Lectura situacional…
Bajo
la dirección de Thomas Carter y
producida por Paramount Pictures Corporation, Juego de Honor hace su
primera a parición en 2005 como la adaptación cinematográfica de la biografía de Ken Carter,
un entrenador de baloncesto que en el año de 1999 conmocionó al estado de
Virginia, al suspender la participación de su equipo -Richmond Oilers- en el campeonato local dado su bajo rendimiento
académico.
La Película, en términos de género, es por intención un biopic y por contenido un drama inscrito en un ambiente deportivo –subgénero-; si bien el filme se concentra en un conflicto interpersonal e intrapersonal, no podemos obviar que dicho conflicto nace y se desarrolla en un equipo de baloncesto.
Lectura narrativa…
En el plano de la historia -¿qué se cuenta?-, de entrada nos
ubican en lo que a grandes rasgos es el problema principal, un grupo de
perdedores víctimas de las circunstancias, refugiados en la indisciplina, excluidos
en sí mismos. La idea de aquí en adelante desarrolla el cómo y por qué dichos
perdedores se convierten en ganadores, cuadro
en que se nos presenta a Ken Carter y con él el alma de la película. Un entramado
simple, predecible, cuya exposición de acontecimientos se encadenan por
contigüidad; en términos reduccionistas acción/reacción.
La estructura narrativa, plano del relato -¿cómo se cuenta?-,
es un apego a lo tradicional, una secuencia lineal de tensión-culmen-relax organizada en torno a cinco bloques narrativos
claramente diferenciables. El estado inicial corresponde a la presentación de
los Richmond Oiler en el filo de un abismo socio-deportivo, un conjunto
de perdedores; el primer punto de giro, o fuerza de transformación, nace con el
ingreso del entrenador Carter y el riguroso método que emplea, método que se
resume en un contrato; el estado resultante sería el mal empleo o
incumplimiento parcial de dicho contrato por parte de los jugadores; El segundo
punto de giro, o fuerza de reacción, es el cierre indefinido del coliseo; y
como estado final la concientización de los jugadores, el paso de perdedores a
ganadores.
Los personajes…
Desde la perspectiva de la función que cumple dentro del
relato, Ken Carter, representa al héroe. Su meta o misión los jugadores bajo su
mandato, los Richmond Oiler, puntualmente una revalorización en sus expectativas,
sus posibilidades. Los móviles por los que actúa, la ética de su pensamiento,
ética que se resume en la aberración al estancamiento social, el inconformismo
frente a un sistema que es lejos de
lo que debería ser.
Siguiendo esta línea, el agresor, villano o malvado, sería la
distorsión de valores educativos en una cultura. Un actor colectivo, pues en
última instancia supone todo un fenómeno de integración social: padre, docente,
comunidad en general. Los móviles por los que llevar a cabo el villano su
misión, que dicho sea de paso, por definición, es evitar el cambio que se
propone el entrenador Carter, mantener la unidad social vigente, nacen en la
adopción de una conducta inhibitoria en el proceso de construcción y desarrollo
personal; conformismo, miedo al cambio.
El papel que desarrollan los jugadores de Richmond Oiler en
este esquema corresponde al de princesa
o damisela en apuros, en tanto que son el objeto a rescatar por el entrenador Carter,
el héroe. Cada uno ellos vive particularmente las consecuencias de nuestro
villano en turno, caminos diferentes que al final convergen en un mismo sitio.
Lectura temática… Personajes en función de la lectura
temática…
Un hombre que llevó sus derechos de dominio al máximo en
función de los intereses propuestos desde su labor. De criterio firme y método
efectivo. Polémico por ser, aparentemente, el único que realmente hacía lo que
debía hacer. Sus acciones definieron una vida que merecía ser contada y he aquí
el resultado. Es pues el tema de la película Ken Carter. Tema, claro, producto
de la función misma del biopic. Los subtemas, que los hay, y en cantidad, son constantes
ideológicas que recorren la película en forma de problemáticas, pequeños núcleos
narrativos.
La película plantea acerca del Sistema Educativo una realidad
viciada, corrupta, redonda, personificada en la directora Garrison, quien es
constantemente cuestionada, controvertida, reprochada, por Carter, el héroe
redentor. Nuestro primer subtema es, por defecto, una crítica al Sistema
Educativo. Siguiendo la misma estirpe Carter, esta vez mediante su hijo Damien,
presentaré nuestro segundo subtema, una crítica al estudiantado. Damien,
que es el típico estudiante responsable que facilita la construcción del
aprendizaje, plenamente convencido de ‘‘querer hacerlo’’ y practicante activo
de la autogestión, es inmerso igual que su padre en esta realidad social para
resaltar las falencias ahora del estudiante. El alumno también es un agente
efectivo del proceso de enseñanza es el mensaje que carga su intervención en la
película.
Retomando nuevamente a su padre, el entrenador Carter,
nace nuestro tercer subtema, la colectividad; en Juego de Honor éste es
tratado como un hecho psicológico de influencia positiva, algo así como un
efecto de arrastre. La idea de equipo que impone el entrenador supone la
regulación de la actividad individual mediante el equipo mismo: si un jugador
comete una falta el equipo la paga. La presión del conjunto debería entonces
forzar el individuo al autocontrol, a la consciencia sobre su proceder, a,
finalmente, la responsabilidad.
Nuestro cuarto subtema nace en Kenyon y en su novia,
el embarazo prematuro en adolescentes. Kenyon, figura del conjunto
baloncestista, es el típico –o atípico- irresponsable responsable: su
irresponsabilidad le lleva a embarazar a su novia y su responsabilidad le
obliga a responder por ella, al menos planteárselo. Quiere hacer las cosas bien
pero no sabe cómo, lo intenta pero no lo logra. Es el chico que ve saboteado su
potencial por el descuido de la pasión, él es un puntual llamado de alerta en
forma de protégete y, en caso de no hacerlo, responsabilízate. Kyra,
su novia, es la embarazada por amor, la optimista sin fundamentos, en ella
priman los sentimientos sobre los razonamientos, está segura de poder con el
embarazo aunque su lema sea ‘‘cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él’’;
insensata quizá.
En este mismo proceso de semantización, de significación, Timo
Cruz representa la herencia del ‘‘narcotráfico’’, del bajo mundo; nuestro
quinto subtema. No se le muestra como el prototipo de pandillero ávido de
poder, puesto que la intención con él es mostrar la realidad del chico
confundido, asustado. En Cruz se evidencian las ataduras, las idas sin
regreso, quizá por eso su entrada en juicio es oportuna al asesinato de su
primo Renny; claro mensaje de alerta sobre un común denominador en ese
contexto, la muerte. En esta medida Cruz simboliza la primera etapa de
ese camino y Renny la final, al menos la usual.
Junior Battle es el chico que se pretende autosuficiente, el cotidiano
‘‘no necesito de los demás’’. La figura de Lombriz enmascara una visión
sexista hacia la mujer, mientras que la mujer por su parte toma parte en la
contienda mediante proposiciones como ‘‘los niños se hacen hombres y los
hombres no valen la pena’’. Jason Lyle es un llamado en forma de ejemplo
contra del racismo. Los planos generales del ingreso a las instituciones de Richmond
y Saint Francis representan la abismal diferencia entre la
educación pública y privada respectivamente, donde un monumento al evangelio en
Francis y una alusión acerca de la ausencia de Dios por Cruz en Richmond
dan viso de otro subtema de orbe cultural. Esto puede ser eterno.
Análisis formal…
La ausencia de Flash Back y Flash forward no
afecta en lo absoluto la historia ni mucho menos el efecto que se propone la
película; ésta logra una diégesis perfecta en su verticalidad temporal, punto a
favor para Thomas Carter, su director, puesto que en la linealidad de la
película los conflictos que se entretejen se justifican en sí mismos al
relacionarlos con el ambiente. Una ausencia que contribuye al tono realista al
que debe obedecer la película. El juego con el tiempo se emplea mediante el
movimiento retardado y su finalidad es cargar una escena de suspenso, congelar
en el espacio una serie de sentimientos, de sensaciones.
Otra ausencia que apenas se nota es el monólogo, el discurso
interno propio del drama, sin embargo ello puede estar presente en forma de
impresiones en el silencio. La escena en que Carter está en medio del
gimnasio es a la vez un Flash Back y un monólogo reflexivo, por ejemplo; ambos
indirectos claro, puesto en escena sólo se le ve pivoteando en balón mediante
un trávelin.
El uso del primer plano y plano medio tiene una incidencia
decisiva en la producción de sentido, resaltan la intención didáctica del filme:
que los personajes sean detallados en postura y gestualización incrementa su
credibilidad y autoridad moral. Por otro lado estos planos destacan el discurso
sobre la imagen, siendo el discurso directo otro recurso formal; el más
utilizado quizá. Los diálogos, ya en esto del discurso, son a excepción de
alguna impropiedad todos significativos; desde una pregunta que no busca
respuesta hasta un común parásito del lenguaje local, siempre el uso del
lenguaje es una puerta a la significación.
Los picos, o giros súbitos en la acción son otra
característica del drama, no puedo decir que la película es rápida o lenta
puesto que su ambientación deportiva genera la impresión de movilidad al tiempo
que dicha impresión es atravesada por los muchos encuentros para la
comunicación. Es así pues que podemos encontramos frente a un agitado partido
de baloncesto y de pronto la emotiva intervención de algún jugador aletarga el
tiempo.
Ya en el ámbito deportivo, fundamental dado que es el
trasfondo de la película, es de
reconocer el resumir lo largo de un campeonato regional en, a lo sumo,
fragmentos, episodios, sin perder la veracidad en el espectador. Reemplazar una
serie de encuentros por una nota periodística, una entrevista, o una casual
conversación, son los recursos utilizados.
A la par del ámbito deportivo, el entorno marginal de Richmond
se funde con la sociedad en una suerte de morfología socio-espacial en la que
el sujeto significa desde el espacio, y en la que el espacio sólo es tal desde
el sujeto. En esta medida entre lo mucho que nos ofrece el entorno en cuanto a
creación de sensaciones o atmósfera, vislumbramos unos niveles de
institucionalización débiles por no decir inexistentes, organismos de control
social definidos pero escasamente organizados que justifican y se justifican en
los preceptos imperantes de poder.
Lectura valorativa…
Juego de honor es una película moralista en donde se humaniza
lo malo y se relativiza lo bueno; en esta medida el reparto de
culpas es complejo, todos parecen víctimas de las circunstancias, y todos
parecen ser victimarios desde las mismas. En lo narrativo la fuerza expresiva
se origina desde el apego a un hecho real, desde aquí nace el interés de la
película. Ésta es en su cuerpo una sola unidad de impresión. Nada sobra y nada
falta, está lo preciso, lo necesario. Su comprensión no se dificulta en gran
parte gracias a su verticalidad, su linealidad; además desde un principio se
nos hace un plano general de lo que será el problema y las circunstancias en
que se desarrollará. Absolutamente todos los personajes corresponden a un
estereotipo, lo cual facilita, además de la comprensión, el apego. La película
termina transmitiendo una cantidad increíble de valores, al tiempo que nos
recalca incisivamente que algo anda mal.
Hola, me gustan tus análisis. También leí el comentario de uno de ellos y debo decir que bueno, a mí me acusan un poco de lo mismo. El problema es que en esta búsqueda de estilo uno prueba y afina.
ResponderEliminarGracias. Exacto... es intentar e intentar.
EliminarQ valores éticos y morales están en la película
ResponderEliminarla película te habla de valores , es muy buena por que también te hace reflexionar con algunas escenas. :)
ResponderEliminarme gusta LA PELICULA ME PARESE QUE ES MUY BUENA Y QUE NOS DEJA UNA ENSEÑANSA , Y NOS IDENTIFICA Y NOS MUESTRA ALGO QUE AVECES SOMOS COMO PERSONAS..
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